miércoles, 11 de noviembre de 2009

Let the music do the talking

Pequeño ejercicio de fluir de la conciencia musicalizado


1
Las mareas de la nostalgia se mueven en círculos vertiginosos
un perfume, una copa de vino olvidada,
una nota en un papel amarillento,
ojos sin dueño.
Un gato que se estira en un tejado nocturno,
flores muertas.


2
La respiración agitada, belicosa. La rabia se torna luz, vuelo. Podés sentir el escozor de las alas creciendo en tus omóplatos. Cadenas rotas. El fuego escondido en cada uno de nosotros, inhumano. Los arpegios de un latido. Toda pasión es violencia, es conquista. Sangre efervesciendo. 
La libertad de la ascensión.
Pertenecés a las estrellas, sobrevolando ciudades inventadas. Ser solo viento, cielos voraces derramándose. No importan las luces, la gente-hormiga un mundo abajo. 
El sabor de la inmortalidad en pedazos.


3
Oriente encendiendo caminos. La armonía de la guerra, el placer de la desolación. La paz de un desierto nuclear. Una flor clavada en una grieta reseca, rebelándose ante la destrucción inobjetable. Cielos de humo, asesinos de lunas. 
Todo lo que toco es polvo y el amanecer es de ceniza. 
Nacerá, sin embargo.


4
Las calles están hechas de noche y lluvia. Los rascacielos arden. Un silencio atravesado de fantasmas de melodías. Letárgicas. Mi piel se hace recuerdo, se vuelve sonido. Pero el silencio y me pierdo en un torbellino de claroscuros.


5
La tristeza a veces es cotidiana. La adivinás en los rituales de la rutina. Ojos delante de un periódico que simulan leer sin retener una palabra. La música de una bicicleta diaria y un niño de ojos desgarrados soñando morir. El eco de voces lejanas.

Playlist




1.       La Valse d’Amelie – Yann Tiersen
2.       Tajabone – Ismael Lo
3.       Innuendo – Queen
4.       The Lonely Sheperd – Zamfir
5.       Carmina Burana – Tristania
6.       Ave Maria – Warsaw Philarmonic Orchestra
7.       Rain – Cowboy Bebop Sountrack
8.       Mad World – Gary Jules
9.       New Recruit – Eric Clapton
10.    Keep Talking – Pink Floyd
11.    Death – Goran Bregovic
12.    Blue – Joni Mitchell & Sarah McLachlan
13.    The Battle of Evermore – Led Zeppelin
14.    Colorblind – Counting Crows
15.    Local Hero – Dire Straits
16.    Here Comes the Flood – Peter Gabriel
17.    Hey Pachuco! – Royal Crown Review
18.    Loverman - Metallica

Dream on

Paisajes soñados

La corredera de los Sueños: ese lugar caricaturesco -casi dibujo de un niño torpe y caprichoso- enclavado en el Sueño. Un descanso después de la desesperante agonía de una pesadilla, pero también la posibilidad de elegir el próximo sueño. Pero hay que ser rápido. La ciudad se acerca a velocidad irrefrenable. Y a veces el único indicio de la realidad onírica por venir es el matiz del cielo que la envuelve. Desconfiar siempre de las nubes de vainilla y pastel, acechan infiernos detrás de sus matices engañosamente inermes. A veces es preferible la dureza de un cielo blanco, seminal, muerto. Al menos solo deparará verdades, por mucho que duelan.

Adversarios oníricos

Los enemigos siniestros usan máscaras familiares. No mueren por bala. No hay quien nos defienda, ni muros lo suficientemente resistentes. Conocen los pasadizos secretos y todas las formas del dolor. La solución es única y atávica. Fuego. Que ardan hasta no ser siquiera ceniza.

Y ser siempre su escudo, porque su dolor duele más que el mío.

Apéndice inconexo

Uno no puede tomarse en serio palabras como "pulular". Lástima.

Sueño-creación

La lógica errática de los sueños despierta mundos insospechados. Neil se equivoca: son las mejores historias. Solo hay que saber conjurarlas y dejarlas mutar ajenas a nuestra voluntad. No debemos ser más que la mano sobre el lomo de la bestia, sintiendo su respiración -oscura y turbulenta- con una fascinación solo comparable al horror que en nosotros despierta.

Eastern Dreams

Sueños en haikus.

Épico córcel
   niebla entre los cascos
Fácil ser héroe.

*

Apocalipsis
  de mar enfurecido
Ciudades muertas.

*

Fugas eternas
  de alas acuáticas.
Hoy no moriré.

*

Dragón de cristal
  envuelto en sombras
Esperándome.

My favourite mirror



En días como este me pregunto dónde está esa llama, esa vocación de borrasca que me hace ser yo. En días como este me pierdo. Días como laberintos. Días de humo.

¿Por qué será que nada me satisface si no es fuego?
En días como este debería escribir. Y no me sale.

6:58

Cuántas alarmas sonando en la cabeza.
No uso reloj. Me da alergia.

Are you sure where my spark is?

Tal vez el problema sea buscar en los lugares equivocados. Todo lugar es equivocado si no está adentro.

Here, here, here...

Siempre persiguiendo una imagen que no existe. Porque nos movemos, constantemente nos movemos. No hay acá, no hay ahora. Hoy no existe. O eso me gustaría pensar en días como este.

Debajo de la máscara otra máscara y así hasta la eternidad. El espejo está vacío pero tengo un lápiz de pintar estrellas. Nadie necesita más.
Pero hay otros días. Días en los que soy solo una letra y esa letra, universos, presos en la niebla implacable de la memoria, en baúles olvidados, en desvanes ajenos. En la jaula de tus huesos.
Días en los que soy otro y es cuando soy más yo: nada más verdadero que el deseo.
Días de héroe de leyendas, desolado por la maldición del tedio hasta ser rescatado por tus labios de delirio.
A veces hay alas creciendo en mis omóplatos, sobre el rastro exacto de tus uñas. Dragón emplumado desafiando vientos y noches, borracho de sombras que saben ser luz. Otras veces me siento en el cordón de una vereda demasiado conocida, con un jirón de plumas muertas deshilachándose entre mis dedos. La insolencia de ya nunca estar intacto.
Puedo también ser mapa de territorios inventados o miedo en un bosque en blanco y negro. Sigo buscando mi sombra, que encarcelaste bajo tu almohada en una ciudad lejana, casi fantástica, al otro lado del tablero.
A veces la ciudad me atrae, con sus calles plagadas de alas de pájaros que su rey cruel disfruta arrancando. La ciudad con su rey niño de pesadas capas y sus jardines de flores sin pétalos. Y sus canales de tinta negra. La ciudad no tiene puertas nunca.
Otros días invento mundos de arquitectura obsesiva y fragilidad de arena, en los que todas las ventanas miran a tus ojos de un verde imposible.
A veces soy sueños –aunque no solo míos-, oneironauta con cadenas de vigilia, y me sumerjo en esas turbias tierras de ocaso.
Hay días en los que me agazapo en canciones impensadas –pero siempre de otro, nunca supe escribir canciones, ni siquiera a vos que sos música pura. Y sonrío desde otros labios y miras otras caras con gestos tan míos.
Mujer. Hombre. Sombra. A veces furia, siempre latido.
Sigo sin encontrar las palabras. Fantasma desaforado pisándose la sábana. Pero llego a tu puerta y crees que soy sol.